En la antigüedad, las fraguas eran un elemento principal en los asentamientos humanos. En el pasado la forja era uno de los oficios más importantes. Los herreros fabricaban todo tipo de herramientas para el trabajo agrícola, las herraduras, los ejes para los carros, herramientas de cantería, el enrejado de las catedrales o el armamento militar.
Tan importante era que, junto a otros factores, la existencia o no de la fragua, determinaba la importancia de un asentamiento, haciendo que aquellos lugares donde había una, fueran lugar de paso, encuentro y mercadeo de toda una zona.
Con el paso de los siglos se fueron perdiendo muchos de los usos de la fragua, siendo la Revolución Industrial un punto de inflexión fundamental para la casi total desaparición de la herrería tradicional. Aun así, durante gran parte del siglo XX aún se mantuvieron algunas fraguas en funcionamiento en los entornos naturales, principalmente para la fabricación de aperos de labranza, hasta que el progreso industrial y la reducción de costes en la fabricación a gran escala acabaron con la herrería tradicional casi por completo.
Así, desde finales del siglo XX y en el siglo XXI, la herrería tradicional ha quedado reducida a algunos trabajos artísticos y decorativos absolutamente minoritarios. En el caso de su uso para la armería, prácticamente ha desaparecido sustituida por la fabricación industrial a gran escala.
En La Fragua del Lobo, honramos el antiguo uso habitual de la fragua de la aldea, realizando algunos trabajos de afilado y reparación de herramientas agrícolas para la comunidad donde nos encontramos, pero nuestro trabajo principal se orienta a la armería.
Mediante la divulgación (visitas guiadas, cursos y exhibiciones) y la fabricación de piezas de modo completamente artesanal y tradicional, buscamos mantener viva la llama de la historia.
Las armas blancas, y en especial la espada, son un símbolo de la historia humana. Las gestas del pasado, la cultura, las tradiciones y la fe son imposibles de entender sin la espada. Por eso, en La Fragua del Lobo entendemos que hacer una espada no puede ser un proceso industrial sin alma.
Cada espada debe ser única, forjada en el fuego a martillazos sobre el yunque, domando el acero en un ritual donde paciencia, esfuerzo, técnica, tradición y espiritualidad se fusionan para crear una pieza única que nos vincula con nuestro pasado y, en definitiva, nos recuerda quiénes somos conectándonos con nuestros ancestros.
Esa es la filosofía de La Fragua del Lobo. La única fragua histórica dedicada a la armería antigua y la divulgación de España. Nos encontramos en Puebla de la Sierra (Madrid), en la llamada Sierra del Rincón, un pequeño municipio rural rodeado de montañas y naturaleza salvaje, un entorno privilegiado declarado Reserva de la Biosfera. La magia de estos parajes alejados de la civilización se mezcla con el trabajo en la fragua, haciendo que aquellos que la visitan puedan vivir una experiencia única de conexión con el pasado y la historia.